El uso de dispositivos electrónicos y las largas horas que pasamos sentados están afectando cada vez más nuestra salud postural. Uno de los problemas más comunes que los médicos detectan en pacientes durante radiografías cervicales o lumbares es la rectificación de la columna, una alteración que implica la pérdida de la curvatura normal hacia adelante en estas regiones.
La rectificación cervical y lumbar se caracteriza por la transformación de la curvatura cóncava hacia adelante, conocida como lordosis, en una curva recta. Esta condición puede desarrollarse por diversas razones, incluyendo la mala postura, tensión mio-fascial, traumatismos o lesiones en la columna, y condiciones médicas como artritis y trastornos del disco intervertebral.
Numerosos factores contribuyen a la aparición de la rectificación. La mala postura es una de las principales causas, especialmente al usar celulares y computadoras portátiles sin una correcta disposición ergonómica. También influye la tensión en los músculos y tejidos conectivos, como los escalenos y el diafragma, que pueden desequilibrar la curvatura natural de la columna. Además, los traumatismos, enfermedades degenerativas y condiciones congénitas pueden provocar este tipo de alteraciones.
La rectificación de la columna puede conducir a múltiples problemas de salud. La pérdida de la curvatura natural incrementa la presión sobre las estructuras de la columna, causando dolor que puede ser agudo o crónico y extenderse a otras áreas del cuerpo. Además, puede aumentar el riesgo de hernias discales y radiculopatías, afectando los nervios y provocando síntomas como debilidad y entumecimiento en las extremidades.
El envejecimiento y la degeneración de las vértebras y discos intervertebrales pueden agravarse por la rectificación, llevando a una artrosis precoz de la columna. Este problema también puede originar el desarrollo de curvas anormales compensatorias como la cifosis torácica o una lordosis lumbar excesiva, exacerbando los problemas posturales y el dolor.
Es esencial adoptar medidas preventivas y de manejo para evitar o minimizar las consecuencias de la rectificación cervical y lumbar. Mantener una buena postura al sentarse y pararse, realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la columna, y ajustar el uso de dispositivos electrónicos para mejorar la ergonomía son cruciales. También se recomienda buscar la evaluación de profesionales de la salud, como osteópatas o posturólogos, para determinar las causas específicas y recibir tratamientos adecuados.
Finalmente, es importante mantener un peso corporal saludable, ya que el exceso de peso puede aumentar la presión sobre la columna y las articulaciones.