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jueves, 25 de noviembre de 2010

Un estudio científico avala que técnicas osteopáticas mejoran el bruxismo.

Modificaciones radiológicas del espacio entre el occipucio y el cuerpo del atlas tras una manipulación global (OAA) de Fryette

Por Luis Otaño a, Laura Legal a
Escuela Osteopática de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina
Objetivos: Saber si la manipulación global occipucio-atlas-axis (OAA) de Fryette modifica el espacio entre la base del cráneo y la primera cervical. Conocer si los sujetos con manipulación y plano oclusal mejoran cuantitativamente sus índices en relación con el grupo control.
Material y métodos: Estudio experimental, controlado, aleatorizado, doble ciego, con grupo control y con tres evaluadores externos. Se analizaron el grupo control (n = 22) y el grupo experimental (n = 22), que recibió la técnica (OAA). En todos los grupos se evaluaron con mediciones previas, inter y postintervención, de la apertura activa de la boca (AAB) y el umbral del dolor a la presión (UDP) en el miotoma de C1. Se han realizado dos radiografías digitales pre y postintervención.
Resultados: En el grupo experimental se identificaron diferencias estadísticamente significativas para las radiografías digitales después de realizada la técnica manipulativa (p < 0,05), así como un aumento en el UDP y en la AAB con una repercusión mayor (p < 0,00) con respecto al grupo control.
Conclusiones: La técnica (OAA) y el uso del plano oclusal provocan cambios radiológicos hacia la media (6,5 mm) entre la base del occipital y el atlas en pacientes con bruxismo y uso de plano oclusal. Los pacientes con bruxismo que pertenecen al grupo experimental mejoraron cuantitativamente sus índices con respecto al grupo control.
Referencia:
Osteopatía Cientifica.2010; 05 :38-46

Recomendación

Para embarazadas  http://www.planetamama.com.ar/

domingo, 14 de noviembre de 2010

¿Se está desarrollando bien mi bebé?

Por la Lic. Canela Menuet.


El desarrollo psicomotor del niño se puede definir como las múltiples transformaciones desde el momento de la concepción hasta la complejidad de ser adulto tanto en el aspecto  biológico, psíquico y social (Nieto-93).
El niño a través de su maduración va pasando por actividades más complejas. Todos los niños pasan en edades similares por las mismas etapas para adquirir una habilidad motora (agarrar, sentarse, caminar, saltar, etc.)
No se pueden realizar actividades de aprendizajes complejos motores, si no se ha alcanzado la madurez neurobiológica requerida para ella  (muscular, óseo, nervioso, sensorial), producto de la acción ambiental (estimulación, nutrición), es por esto que un bebé de 6 meses no está preparado aún para caminar.
Es esencial el Ambiente junto a la estimulación que recibe de él y que el niño tiene para el proceso de aprendizaje.
El reconocido psicólogo y pediatra  Arnold Gesell describió cuatro conductas en el niño:
Conducta motriz: Estudia postura, locomoción, prensión y conjuntos posturales.
Conducta adaptativa: Capacidad de percepción de los elementos significativos de una situación. Capacidad de usar experiencia presente y pasada para adaptarse a nuevas situaciones.
Conducta del lenguaje: Formas de comunicación: gestos, sonidos y palabras.
Conducta social: Reacciones personales con los otros y la cultura social
Hay una secuencia del desarrollo dentro de cada una de sus áreas. Illingworth las denomina disociaciones del desarrollo, por ejemplo, hay niños que adquieren la motricidad fina: agarrar y soltar un juguete a la edad habitual y sin embargo, la sedestación, el gateo, la marcha, son adquiridos con mayor retardo, sin tener signos de disfunción neurológica.
Es muy importante detectar a tiempo si hay signos atípicos en el desarrollo psicomotor del bebé y así poder hacer la consulta al pediatra y neurólogo. Generalmente son los padres y familiares los que descubren que algo no está bien, a continuación enumero algunos signos de alarma que debemos conocer:

Signos de Alarma

Recién Nacido: Llanto débil, actividad corporal disminuida, ausencia de respuestas reflejas ante un sonido  (parpadeo, agitación, inquietud, despertar).
2 meses: Irritabilidad permanente –no se calma con nada-, sobresaltos exagerados, pulgar “adductus” (incluido en la mano), no presenta respuesta visual al rostro humano, el bebé no reacciona al sonido de un sonajero, la voz de la madre no logra tranquilizarlo.
4 meses: Asimetría de manos, pasividad excesiva (duerme mucho), no sigue objetos con la mirada, no intenta agarrarlos, es indiferente a ruidos familiares, no emite sonidos con intención de comunicación
6 meses: presenta alteración sueño-vigilia, no se mueve, no tiene prensión voluntaria, no se sienta con apoyo, no emite sonidos con intención de comunicación, ni orienta la cabeza hacia la voz materna.
9 meses: Patrón de conducta repetitivo, ausencia de balbuceo, ausencia de prensión – manipulación, ausencia de sedestación sin apoyo, ausencia de desplazamiento autónomo.
12 meses: Ausencia de interés por el medio, pérdida de hitos madurativos conseguidos, ausencia de bipedestación, no comprende palabras familiares, no reconoce al padre o madre, no disfruta de manipular objetos, no comprende dame-toma, no comprende una negación.

Ante cualquier signo de alarma, es importante consultar al Pediatra y Neurólogo.
Lic. Canela Menuet
Kinesióloga Fisiatra
E-Mail de contacto: cmenuet@fleni.org.ar