E-mail Tw

eladiovecchi@gmail.com / Instagram @eladiovecchi / Turnos Núñez (WhatsApp 9 11 3605-8073) y Recoleta (WhatsApp +54 9 11 4093-3209)

lunes, 17 de noviembre de 2025

Respirar baja tu estrés


 

Realizamos alrededor de:

14 respiraciones por minutos.

840 respiraciones por hora.

20160 respiraciones por día.

604800 respiraciones por mes.

7257600 respiraciones por año,

Tan solo una pequeña proporción de estas respiraciones es controlada de manera consciente. La mayoría son automáticas y se gestionan desde el tronco encefálico. Al igual que estar parados, sentados, o caminar. No nos damos cuenta que lo hacemos. Sólo cuando somos conscientes hacemos intervenir a la corteza cerebral y esta nos dice que estamos respirando y si queremos podemos modificar conscientemente la respiración.

Hay tres centros en el tronco encefálico:

-Neumotáxico regula la inspiración al detectar el llenado de los pulmones.

- El centro de apneas, ubicado en la parte inferior de la protuberancia, estimula la inspiración y marca su finalización.

- El centro de control del ritmo, en el bulbo raquídeo, establece la frecuencia respiratoria, coordinando la alternancia entre inspiración y espiración (aproximadamente 14 veces por minuto).

 

Estos centros ajustan la respiración en función de estímulos internos y externos, como cambios en los niveles de oxígeno, dióxido de carbono y pH de la sangre. Cuando el dióxido de carbono aumenta, se produce una respiración más profunda y frecuente; cuando desciende, se reduce la intensidad y la frecuencia respiratoria. La incomodidad al retener la respiración se debe a la acumulación de dióxido de carbono, no a la falta de oxígeno. Por ello podemos estar sin respirar más tiempo cuando estamos en reposo qué haciendo una actividad.

Si no lo experimentaste nunca, te propongo que pruebes no respirar estando sentado y hagas lo mismo caminando o corriendo. Toma el tiempo y fíjate cuánto puedes mantenerte sin respirar en cada una de las actividades.

 

La investigación actual demuestra que la respiración influye directamente en la dinámica neuronal de áreas cerebrales involucradas en la emoción, cognición y la memoria, modificando su actividad de forma medible.

 

Respirar para relajar

Lehrer y Gevirtz realizaron una revisión exhaustiva de estudios sobre la respiración diafragmática lenta (6 ciclos por minuto) y su impacto en la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC). Su objetivo era explicar cómo esta técnica activa el sistema nervioso parasimpático (SNP) a través del nervio vago, mejorando el "tono vagal", un indicador de la capacidad del cuerpo para autorregularse frente al estrés. La VFC alta, asociada a un tono vagal robusto, refleja un equilibrio neurocardíaco óptimo.

Los autores destacan que la respiración diafragmática estimula oscilaciones resonantes entre el sistema respiratorio y cardiovascular, sincronizando la actividad del SNP. Esto aumenta la VFC, lo que se traduce en una mayor flexibilidad fisiológica: el cuerpo responde mejor a los estresores, recuperándose más rápido después de un desafío. Además, la activación vagal reduce la producción de cortisol y atenúa la inflamación sistémica, ambos biomarcadores clave del estrés crónico.

La revisión subraya que personas con VFC alta no solo muestran menor reactividad al estrés, sino también mayor resiliencia psicológica (menor ansiedad, mejor regulación emocional) y física (mejor función inmune y cardiovascular). Además, se asocia con un funcionamiento cognitivo superior, como mayor atención y velocidad de procesamiento, gracias a la optimización del flujo sanguíneo cerebral y la reducción del "ruido" autonómico. Los autores proponen la respiración diafragmática como una intervención accesible para mejorar la salud integral, desde trastornos de ansiedad hasta enfermedades cardiometabólicas.

"Heart Rate Variability Biofeedback: How and Why Does It Work?" Autores: Paul M. Lehrer y Richard Gevirtz. Publicado en: Frontiers in Psychology (2014).

 

Otro estudio analizó si la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) antes del despliegue militar podría predecir el riesgo de desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT) en Marines estadounidenses expuestos a combate. Se midió la VFC en 1.200 Marines mediante electrocardiograma en reposo, antes de su despliegue en zonas de conflicto. Tras su regreso, se evaluó la presencia de síntomas de TEPT utilizando criterios clínicos estandarizados.

Los resultados mostraron que los Marines con VFC más baja antes del despliegue tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar TEPT tras la exposición al combate. La VFC baja, un indicador de tono vagal deficiente y desequilibrio autonómico (menor actividad parasimpática), se asoció con una menor resiliencia fisiológica para manejar el estrés extremo. Esto sugiere que la VFC no solo refleja el estado actual del sistema nervioso, sino que también actúa como un biomarcador predictivo de vulnerabilidad a trastornos psiquiátricos.

Los autores destacan que mejorar la VFC mediante maniobras vagales holísticas (como respiración diafragmática, meditación o yoga) podría fortalecer la resiliencia al estrés y reducir el riesgo de TEPT. Además, proponen el uso de dispositivos de estimulación del nervio vago (ENV), que envían señales eléctricas suaves al nervio vago para modular su actividad. Estas intervenciones, al aumentar el tono vagal, restablecen el equilibrio entre los sistemas simpático y parasimpático, ofreciendo una vía no farmacológica para la prevención y tratamiento del TEPT.

"Association of Predeployment Heart Rate Variability With Risk of Postdeployment Posttraumatic Stress Disorder in Combat-Exposed Marines"

Autores: Arpi Minassian, Dewleen G. Baker, Victoria B. Risbrough, Caroline M. Nievergelt, Adam X. Maihofer, Paul S. A. Geyer, Mark A. Geyer.

Publicado en: JAMA Psychiatry (2015).

 

Respiración para atención, memoria y aprendizaje.

En 2013, el grupo del profesor Willem Huijbers identificó que los ritmos respiratorios modulan la actividad de dos redes cerebrales clave: la Red Neuronal por Defecto (asociada a la introspección y divagación mental) y la Red de Atención Dorsal (vinculada al enfoque de actividades externas). Usando resonancia magnética funcional en 18 participantes, se midió la sincronización entre la respiración espontánea y la actividad cerebral durante tareas de reposo y atención visual.

Los investigadores descubrieron que la fase de inhalación activaba la Red de Atención Dorsal, mejorando la capacidad de procesar estímulos externos (como una tarea visual). En contraste, la exhalación prolongada correlacionaba con una mayor activación de la Red Neuronal por Defecto, favoreciendo estados de introspección o "soñar despierto". Esto sugiere que la respiración actúa como un "marcapasos fisiológico", alternando entre el enfoque externo y la reflexión interna.

El trabajo propone que la respiración no solo es un proceso automático, sino un modulador activo de la cognición. Al sincronizar redes cerebrales antagónicas, podría optimizar la adaptación a entornos cambiantes: inhalar para captar información relevante y exhalar para integrarla. Estos hallazgos abren caminos para aplicar técnicas de respiración en trastornos de atención o estrés, donde el equilibrio entre redes cerebrales está alterado.

En conclusión, la evidencia muestra que las áreas cerebrales relacionadas con la emoción, la atención, la memoria y el aprendizaje son moduladas por el patrón respiratorio, indicando un rol regulador activo de la respiración en el comportamiento y la función cerebral.

"A Respiration-Based Balance between Default and Dorsal Attention Networks" Autores: Laura M. P. Muñoz, Willem Huijbers, et al. Publicado en: Journal of Neuroscience (2013).

 

Un experimento que se realizó en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern (Chicago, EE.UU.), investigó cómo la respiración nasal influye en la actividad cerebral y la cognición, específicamente en la memoria. Usando electroencefalografía (EEG) y resonancia magnética funcional, los investigadores midieron la actividad cerebral de participantes sanos mientras realizaban tareas de reconocimiento de rostros y recuerdo de objetos. Se compararon los efectos de la inhalación nasal vs. la exhalación nasal en la sincronización de oscilaciones neuronales y el rendimiento cognitivo.

Descubrieron que la inhalación nasal (pero no la exhalación) aumentaba la actividad en la amígdala y el hipocampo, regiones vinculadas al procesamiento emocional y la memoria. Durante la inhalación, las oscilaciones cerebrales en estas áreas se sincronizaban mejor, lo que facilitaba la codificación y recuperación de recuerdos. Los participantes mostraron un 10-20% más de precisión en tareas de memoria al inhalar por la nariz, comparado con exhalar o respirar por la boca.

El estudio sugiere que la respiración nasal no es solo un proceso pasivo, sino un modulador activo de la función cerebral. La inhalación actuaría como un "gatillo fisiológico" que optimiza la sincronización de redes neuronales relacionadas con la memoria. Esto explica, por ejemplo, por qué inhalar profundamente antes de un momento crítico (como estudiar o tomar decisiones) podría mejorar el rendimiento cognitivo. Además, abre caminos para aplicar técnicas de respiración en trastornos neurológicos o estrategias de aprendizaje.

"Nasal Respiration Entrains Human Limbic Oscillations and Modulates Cognitive Function"

Autores: Christina Zelano, Heidi Jiang, Guangyu Zhou, Nikita Arora, Stephan Schuele, Joshua Rosenow, Jay Gottfried. Publicado en: Journal of Neuroscience (2016).

 

En los años setenta, Bloch y Santibañez definieron los “patrones efectores emocionales” como el conjunto de cambios en la respiración, postura corporal y expresión facial que se presentan ante diferentes emociones.

Características de la respiración según la emoción:

Rabia: Inspiraciones y espiraciones de gran amplitud, mayormente nasales y fuertes, con una disminución en el tiempo de inspiración.

Miedo: Respiración profunda con un patrón caótico, sin periodos de apnea, y una tasa respiratoria reducida.

Tristeza: Ritmo respiratorio pausado, con tiempos prolongados de inspiración, espiración y espacios de apnea.

Alegría: Similar a la tristeza en cuanto a pausas, pero con mayor intensidad y predominancia de la respiración nasal.

Ternura: Patrón respiratorio suave, regular y sin cambios abruptos.

Erotismo: Predominio de la respiración bucal, de forma intensa.

 

 

Bloch propuso un protocolo de recuperación del estado emocional denominado “step out”, que consiste en:

Posición de piernas relajadas y ligeramente abiertas.

Manos entrelazadas. 

Inspirar por la nariz elevando los brazos detrás de la cabeza y espirar por la boca bajándolos, con los ojos abiertos y la mirada al frente.


Este protocolo activa áreas emocionales, particularmente la amígdala.

 

 

Estudios sobre la relación entre respiración y respuesta emocional:

Yuri Masakoa (Universidad de Tokio, 1997) encontró que 350 milisegundos después de iniciar la inspiración se produce una fuerte activación en el polo temporal y en la amígdala (especialmente en el hemisferio derecho).

Se observó que las personas con alteraciones en la amígdala presentan una deficiente modulación de la respiración ante estímulos emocionales, lo que podría explicar la desconexión entre la respuesta mental y corporal en situaciones de estrés crónico o trauma.

En 2005 se identificó que la corteza orbitofrontal, una zona crucial para el bienestar, se ve influida por la respiración, y se observa un fenómeno denominado “inspiración alfa” (aproximadamente 500 milisegundos después de cada inspiración) en el que las neuronas oscilan al ritmo alfa.

 

Pranayama y la influencia de la respiración en el cerebro:

El término “pranayama” se refiere al control de la respiración en el yoga, que consiste en técnicas para regular el patrón respiratorio (por ejemplo, espiraciones controladas, inspiraciones y retenciones).

En 2017, un grupo liderado por el profesor Krasnow publicó en Science evidencia de vías anatómicas que conectan la respiración con las áreas cerebrales implicadas en la atención, denominándola “vía pranayama”.

En 2020, un estudio en la Universidad de São Paulo evaluó el impacto de la práctica de Bhastrika pranayama en participantes sin experiencia previa en yoga. Tras un mes de entrenamiento:

Se observó una reducción significativa en los niveles de ansiedad y emociones negativas en el grupo practicante, en comparación con un grupo de control.

Los participantes mostraron un aumento en la actividad de la corteza cingulada y la ínsula, áreas claves para la autorregulación emocional y el estado mental.

Se halló una correlación entre los cambios corticales y la mejora en el estado de ánimo, evidenciando que la práctica de pranayama moldea la arquitectura cerebral.

Estos datos indican que la respiración y la respuesta emocional están estrechamente interrelacionadas, ya que las áreas cerebrales implicadas en la regulación emocional (como la amígdala y la corteza orbitofrontal) reciben y responden a la modulación del patrón respiratorio.

  

Resumiendo: ¿Por qué respirar tranquiliza?

La respiración consciente es una herramienta poderosa para calmar el estrés y la ansiedad. A continuación, te presento tres razones por las que la respiración tranquiliza:

 

-Activación del nervio vago: Al respirar profundamente, estimulamos el nervio vago, que envía señales al cerebro para reducir el estado de alerta y promover la relajación.

-Enfoque en la respiración: Al concentrarnos en la respiración, dejamos de lado el multitasking mental y la dispersión de pensamientos, lo que nos permite estar presentes en el momento.

-Oxigenación de los tejidos: La respiración profunda oxigena nuestros tejidos, lo que ayuda a reducir la tensión muscular y promover la relajación.

 

¿Qué respiración hacer?

Hay diferentes técnicas de respiración que pueden ayudarnos a activar nuestro sistema parasimpático.

Una de ellas es:

Tomar aire en 4 segundos inflando la panza (respiración diafragmática), mantener el aire en los pulmones (apnea) 4 segundos y largar el aire en 8 segundos.

Si ustedes respiran y están nerviosos o estresados, lo más probable es que después de tomar el aire quieran largarlo inmediatamente. Esta respiración propuesta:

-Envía la señal al cerebro que tiene que hacer una pausa entre inspirar y expirar. Y lo obliga a hacer foco en respirar y no en la dispersión mental.

-Además usa la respiración diafragmática para estimular el nervio vago.

Repítela varias veces al día, especialmente cuando te sientas estresado o ansioso.

 

 


Consultas

Atención presencial

Los turnos se pueden solicitar vía WhatsApp a las dos sedes (Núñez y Recoleta)

📌 Núñez 

 📱+54 9 11 3605-8073

📍Av. Comodoro Martín Rivadavia 1570 1er Piso


📌 Recoleta

📱54 9 11 4093-3209

📍Av. Pueyrredón 2446


Atención virtual

Escribir a eladiovecchi@gmail.com

sábado, 15 de noviembre de 2025

Cómo funciona tu columna



La columna vertebral constituye el eje central del cuerpo humano. Su diseño estructural le permite cumplir múltiples funciones esenciales: brinda soporte al cuerpo, permite la movilidad del tronco y protege a la médula espinal, que forma parte del sistema nervioso central.

Está compuesta por 33 vértebras, de las cuales 24 son móviles (7 cervicales, 12 torácicas y 5 lumbares) y 9 son fijas, fusionadas en dos estructuras: el sacro (5 vértebras) y el cóccix (4 vértebras). Esta organización segmentada le otorga al raquis una combinación única de rigidez y flexibilidad. (Hamill & Knutzen, 1995).

Las vértebras situadas entre el hueso occipital (en la base del cráneo) y el sacro conforman el tramo móvil del raquis. Estas 24 piezas funcionan de manera coordinada y secuencial para lograr una biomecánica eficiente y armónica. Esta coordinación depende del correcto deslizamiento y alineación de cada uno de los segmentos intervertebrales, lo cual permite una distribución equilibrada de las cargas y una movilidad fluida.

Desde el punto de vista funcional, la columna vertebral cumple tres roles clave:

-Aportar rigidez estructural para soportar cargas axiales, especialmente en posición erguida o durante actividades físicas.

-Proteger las estructuras del sistema nervioso central, especialmente la médula espinal, que discurre por el conducto raquídeo.

-Brindar movilidad y flexibilidad al tronco, permitiendo movimientos de flexión, extensión, rotación y lateralización.

 (Kirby y Roberts, 1985; Panjabi, 1985; Cuadrado y cols., 1993; Miralles y Puig, 1998).

 

Además, la columna trabaja en estrecha relación con los discos intervertebrales, los ligamentos y la musculatura profunda del tronco, los cuales actúan como estabilizadores dinámicos. La pérdida de esta sinergia puede alterar la mecánica normal y predisponer a disfunciones o patologías, como lumbalgias, hernias discales o desequilibrios posturales crónicos.

 



Regiones de la columna

Región cervical (7 vértebras, C1-C7)

Región dorsal o torácica (12 vértebras, T1-T12)

Región lumbar (5 vértebras, L1-L5)

Región sacro-axial (5 vértebras, S1-S5)

Coxis (4 vértebras)

 

Cada región tiene características únicas que le confieren su función específica:

Cervical: Conformada por 7 vértebras móviles, esta región permite la flexión, extensión, inclinación lateral y rotación de la cabeza. También alberga las delicadas estructuras del cuello, parte del tronco encefálico y la arteria vertebral que irriga parte del contenido craneal.

Torácica: Compuesta por 12 vértebras, la región torácica forma la parte media de la columna. Ofrece estabilidad y protección a los órganos internos, como el corazón y los pulmones, y facilita los movimientos de flexión y extensión. En esta región se articulan las costillas. Lo que la hace menos móvil que las lordosis.

Lumbar: Con 5 vértebras, la región lumbar es la más grande y soporta la mayor parte del peso corporal. Proporciona flexibilidad para actividades como la flexión hacia adelante, la extensión hacia atrás y rotaciones.

Sacra y Coccígea: Estas regiones inferiores están formadas por 9 vértebras fusionadas, brindando estabilidad a la pelvis y sirviendo como punto de anclaje para los músculos y ligamentos que sostienen la parte inferior del cuerpo.

La columna vertebral está interconectada por discos intervertebrales, articulaciones facetarias y ligamentos que trabajan en conjunto para mantener la alineación y absorber el impacto durante el movimiento. Esto lo veremos más adelante.


 

Lordosis y cifosis


Las curvaturas de la columna vertebral en el plano sagital (viéndola de costado) son esenciales para su función y se dividen en cuatro curvas naturales:

Lordosis cervical: Esta curva se encuentra en la región cervical (cuello) y es cóncava hacía atrás. Ayuda a mantener el equilibrio manteniendo la horizontalidad de la mirada y orienta los sentidos según ellos demanden de su movimiento.

Cifosis torácica: La cifosis es una curva convexa hacia atrás que se encuentra en la región torácica (parte superior de la espalda). Esta curvatura ayuda a proteger los órganos internos vitales, como el corazón y los pulmones, y proporciona estabilidad para mantener una postura erguida.

Lordosis Lumbar: Ubicada en la región lumbar (parte baja de la espalda), esta curva se dirige hacia adentro, similar a la lordosis cervical. La lordosis lumbar soporta el peso del torso y ayuda a distribuirlo de manera uniforme a lo largo de la columna vertebral.

Cifosis sacra y coccígea: Estas curvas se encuentran en la región del sacro y del coxis.

Cuando observamos la columna vertebral desde el plano frontal (es decir, de frente), lo esperable es que no presente curvas. Cuanto más recta y simétrica sea, mejor va a funcionar. Sin embargo, muchas veces, la lateralidad con la que escribimos o realizamos distintos gestos motores puede generar una leve asimetría, y eso puede derivar en una desviación de la columna. A este fenómeno lo llamamos escoliosis.

 

Existen escoliosis de tipo actitudinal (relacionadas con la postura) y estructurales (asociadas a una modificación anatómica real). Las causas pueden ser múltiples: desde discrepancias en la longitud de los miembros inferiores (la clásica “pierna más corta”), hasta asimetrías en el tono muscular de base, que pueden evaluarse con tests de posturología, acortamientos miofasciales y otras variables.

 

Durante mucho tiempo, estos factores no eran tenidos en cuenta. Cuando no se encontraba una causa clara, la desviación era clasificada como “escoliosis idiopática”, es decir, sin causa aparente. Hoy sabemos que las causas existen, y aunque la genética influye, no lo determina todo. Por ejemplo, podemos heredar genes que provoquen que un fémur sea más largo que el otro, pero si detectamos y tratamos a tiempo esa diferencia, es posible evitar que ese niño o niña desarrolle una escoliosis. Lo mismo sucede con los acortamientos miofasciales y las diferencias en el tono muscular.

 

Estas variables y cómo abordarlas serán desarrolladas más adelante.

 

Curvaturas primarias y secundarias

Estas curvaturas naturales se dividen en primarias y secundarias según sus características estructurales de la columna en diferentes etapas del desarrollo humano.

 

Curvaturas primarias:

Las curvaturas primarias son aquellas que están presentes al nacer y son las curvaturas principales que se observan en la columna vertebral del feto. La columna en este momento está en flexión y forma una gran ¨C¨

Las cifosis primarias que se mantienen a lo largo de la vida incluyen la cifosis torácica y la sacro-coxígea.

La cifosis torácica se forma durante el desarrollo prenatal debido a la posición fetal en la que la columna está flexionada hacia adelante.

La cifósis sacro-coxígea se desarrolla debido a la forma de cuña de las vértebras sacras y coxígeas que son un vestigio de la cola de cuando fuimos anfibios.

Algunos autores agregan las cifosis occipital o craneana. Que si bien no son vertebras al occipital muchos lo consideran C0 (cervical cero). Estas estructuras brindan protección al encéfalo.

Estas curvaturas primarias son esenciales para proporcionar espacio para los órganos internos y para permitir el crecimiento y desarrollo adecuado del feto en el útero.

 

Curvaturas secundarias:

Las curvaturas secundarias se desarrollan después del nacimiento a medida que el bebé comienza a levantar la cabeza, sentarse, gatear y finalmente ponerse de pie.

Incluyen la lordosis cervical y la lordosis lumbar.

La lordosis cervical se forma cuando el bebé comienza a sostener la cabeza y haciendo el balconeo empieza a desarrollar la musculatura que sostiene la lordosis cervical. Al desarrollarse los músculos que están en la nuca empiezan a tallar la posición de las vértebras de manera que estas permitan desarrollar una posición funcional de la cabeza, en un principio para explorar el mundo a través del balconeo y poder captar más información del entorno. Y en segunda instancia al poder sostener la cabeza le va a permitir pasar a cuadrupedia, sedestación y luego a bipedestación. Todo esto hace que una parte de la columna que era cóncava hacia delante pase a ser cóncava hacia atrás. Este es un claro ejemplo de como la función condiciona la estructura, como el balconeo genera la lordosis. Esto lo volveremos a ver porque la columna cervical no queda acá, sufre modificaciones durante toda la vida. Y por el sedentarismo de nuestros días, el uso de pantallas y de celulares es muy frecuente encontrar rectificaciones (columna cervical recta) o incluso inversiones (columna cervical en cifosis como cuando era un bebé). Se imaginarán que esta regresión en la columna, poco tiene de bueno para quien lo padece.

La lordosis lumbar se desarrolla cuando el bebé comienza a sentarse, gatear y pararse. Empiezan a trabajar los músculos posteriores de la columna lumbar y a generar activación de la zona media de la espalda (psoas, transversos espinosos, abdominales, cuadrado lumbar, paravertebrales, entre otros). Esto genera que se vaya conformando la lordosis en los chicos.

En resumen, las curvaturas primarias son las curvaturas principales presentes al nacer, mientras que las curvaturas secundarias se desarrollan después del nacimiento a medida que el bebé alcanza hitos importantes en el desarrollo motor. Estas curvaturas cambian durante la ontogenia para adaptarse a las necesidades cambiantes del cuerpo a medida que crece y se desarrolla.

 

Más curvas, más resistencia

Desde el punto de vista de la ingeniería biomecánica, la disposición curvada de la columna vertebral desempeña un papel crucial en su capacidad para resistir las fuerzas externas. Como señaló Kapandji en 1981, la resistencia de una columna se relaciona con el número de curvaturas presentes. Entonces la ecuación sería N (número de curvas) al cuadrado y a ese resultado se le suma 1. Esto significa que, cuanto mayor sea el número de curvaturas, mayor será la resistencia de la columna.

Un estudio realizado por Lapierre en 1996 respalda esta idea al afirmar que la resistencia del raquis con tres curvaturas es aproximadamente diez veces mayor que si la columna fuera completamente recta. Esta mayor resistencia es crucial para proporcionar estabilidad y resistir las fuerzas de compresión axial que actúan sobre la columna vertebral.

 

En resumen, las curvas sagitales móviles de la columna vertebral no solo son una característica anatómica, sino también una ingeniosa adaptación biomecánica que aumenta la capacidad de la columna para resistir las fuerzas externas y mantener la estabilidad estructural del cuerpo.